
EL CINE DE SAN ESTEBAN DE LECES
Un legado vivo en la memoria del pueblo
Los Orígenes del Cine en San Esteban
En 1947, bajo la iniciativa del párroco Manuel Álvarez Miranda y con el esfuerzo conjunto de los vecinos de San Esteban de Leces, nació el Cine-Teatro Hogar Parroquial. Ubicado junto a la iglesia del pueblo, este espacio pronto se convirtió en un punto de referencia para el entretenimiento y la vida cultural de la comunidad. En una época en la que el acceso al cine era un lujo reservado para las grandes ciudades, la existencia de una sala de proyección en una pequeña parroquia representaba un avance significativo en la oferta cultural de la zona.


El edificio fue diseñado para cumplir múltiples funciones: además de ser una sala de cine, servía como teatro y lugar de reunión para diversas actividades socioculturales. Su escenario acogía representaciones teatrales y espectáculos locales, mientras que su espaciosa sala permitía la organización de reuniones, actos educativos y actividades para la infancia y la juventud. Desde su inauguración, el cine no solo ofrecía películas, sino que también se convirtió en un espacio de convivencia donde la comunidad se reunía para compartir experiencias, aprender y disfrutar del arte en sus diferentes formas.
La labor del Maestro Don Antonio García del Valle
El maestro Antonio García del Valle, un hombre adelantado a su tiempo, desempeñó un papel fundamental en la gestión del cine-teatro, asegurando que los habitantes del pueblo tuvieran acceso al séptimo arte. Su compromiso con la educación y la cultura lo llevó a involucrarse activamente en la organización de las proyecciones, colaborando con otros vecinos para mantener vivo el cine en la localidad.


Además, su vocación lo llevó a impulsar iniciativas que trascendieron la enseñanza tradicional, fomentando el acceso al conocimiento y al entretenimiento.
La llegada del cine a San Esteban marcó a varias generaciones. Familias enteras se reunían para ver películas de la época, desde los grandes clásicos del cine español hasta las primeras cintas de Hollywood que llegaban al pueblo con cierto retraso, pero con la misma ilusión.
La Primera Televisión en el pueblo
En 1959, San Esteban de Leces fue testigo de un momento histórico: la llegada de la primera señal de televisión. Fue gracias a la iniciativa de Ángel Díaz, con la colaboración de Antonio García del Valle, que se logró instalar una antena que permitió a los vecinos ver la televisión por primera vez. Este avance convirtió a la parroquia en una de las pioneras en la recepción de la señal televisiva en la región.


El acontecimiento generó una gran expectación entre los habitantes, que se reunieron en el cine para presenciar la emisión de las primeras imágenes televisivas. La llegada de la televisión cambió para siempre la forma en que la comunidad accedía a la información y al entretenimiento, aunque nunca llegó a reemplazar la magia del cine, que siguió siendo un punto de encuentro para los vecinos.
El Declive del Cine y su Legado
A medida que avanzaban los años y la llegada de los televisores a los hogares se hacía más común, la asistencia al cine comenzó a disminuir. A finales del siglo XX, con el auge de otras formas de ocio y la mejora de las comunicaciones que facilitaban el acceso a cines en localidades más grandes, el Cine de San Esteban dejó de ser viable económicamente.



Finalmente, tras décadas de funcionamiento, el cine cerró sus puertas. Desde entonces, el edificio ha permanecido cerrado y en estado de deterioro, con su estructura afectada por el paso del tiempo. Sin embargo, en su interior aún descansan los proyectores de 35 mm y otros vestigios de su glorioso pasado, como si aguardaran el momento en que la sala volviera a llenarse de luz y de vida.
Recuperando la Memoria Cultural
A través del trabajo de la Asociación de Vecinos La Almadera y otras iniciativas locales, se mantiene vivo el recuerdo de este cine que marcó una era. La historia del cine de San Esteban de Leces es un testimonio del espíritu comunitario y de cómo la cultura, incluso en los lugares más pequeños, puede transformar vidas y unir a las personas. Aunque aún no se han concretado proyectos de rehabilitación, su valor como parte del patrimonio cultural del pueblo sigue siendo incuestionable.


El Cine de San Esteban de Leces fue un testigo silencioso de la evolución de la parroquia, un lugar donde la comunidad se reunió, soñó y disfrutó. Hoy, su recuerdo es un homenaje a una época en la que el cine era mucho más que una película: era una experiencia compartida, un momento de magia y unión que quedó grabado en la memoria de todos los que alguna vez cruzaron sus puertas.